domingo, 17 de marzo de 2013

Nonsense teens

Le hiciste creer que le apreciabas como amigo y que podía decirte que te quería sin que cambiaras con él. Le hiciste pensar que te importaba. Mientras, en él llorabas y a sus espaldas reías con los demás. ¿Por qué le trataste así de mal? Le hiciste vivir malos momentos. Le hiciste tocarte para rechazarle luego. Le hiciste enamorarse para darle una patada, ya estando en el suelo. Hiciste que cada segundo fuera eterno. Hiciste que cada momento fuera único. Hiciste que perdiera los nervios muchos días, en los que luego venías con tu odiosa sonrisa y alegrabas su vida. Rechazaste sus abrazos y sus caricias. Le hablabas mal como a nadie hablabas nunca y comenzó a sentirse afligido, a sentir que cada vez que más te necesitaba, era cuando tú más le fallabas. No le dejaste estar contigo en la cama, charlando de las cosas que tuvisteis en común. No le dejaste adorarte mientras dormías como siempre había soñado que harías tú. Nunca fuiste a darle los buenos días, nunca le llamaste para animarle. Siempre le llamaste llorando, siempre lamentándote de aquellos que te habían fallado. ¿Y él qué? ¿Acaso no importa que le hicieras caer tan bajo?

Le hiciste creer que sería posible. Le hiciste verte como algo más. Le hiciste comprender, después, que eras inalcanzable. Y a pesar de todo esto seguir enamorándole, seguir fingiendo que podía ser posible, seguir siendo egoísta y hacerle daño.

16-12-2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario